26 julio, 2019
Como en la tela de una araña
Como cuesta entender desde adentro de la tela araña que uno esta enredado. Que estás atrapado. Que te perdes en los laberintos de los hilos que algunas vez supieron refugiarte. Que alguna vez fuiste parte de ese entramado desde tu propia creación. Y de repente se hace tan insoportable permanecer allí, perdido, entrampado, sos parte de eso y poco a poco el malestar y tu propio desarrollo te llevan a salirte, y a la distancia la trampa sigue creciendo ahora con más veneno por la necedad. Por la falta de recursos. Y vos te alejas de ahí sin poder irte del todo. Y sufris distinto, porque el veneno es más ácido que antes y se desparrama sobre los tuyos, sobre tus entrañas. Y tenes que contarlo a todos. Dar tu trestimonio significa recordar, y cuando uno cree haberlo elaborado y haberlo superado, una vez y otra vez más te encontras explicando y dando detalles de lo que quisieras olvidar. Te aferras a tu proceso como un trofeo pero hace falta agarrarlo fuerte para que no se te olvide, porque cada vez que tenés que demostrar lo que viviste, lo que aún vivis en sus efectos, genera desgaste, dolor y padeces. Significa hacer presente la angustia de lo que ya no querés y de lo que creiste haber terminado. Sin embargo como el veneno se desparrama sin aviso te encontras reviviendo el horror. No queres estar ahí y sin embargo hace falta que estes ahí, hace falta que recuerdes, que traigas a tu memoria cada injusticia, cada golpe, cada angustia, para intentar ser justos con los inocentes, con los que también sufren como vos, desde distintos lugares. Cada disparo que recibiste y creías haberlo sorteado. Pero no. No se termina. Psicólogos propios, agenos, técnicos, abogados, psiquíatras, juezes, asesores, directores de colegio, clubes de deportes, padres, compañeros de trabajo, amores, familia, amigos, todos necesitan entender de que se trata tu sufrimiento que atravieza tus días de los que son parte. A veces un simple titular que engloba a muchos logra alejarte de la particularidad de tu propio trauma y sintetiza el asunto y muchas veces te requiere este volver a caminar por la telaraña sintiendo los hilos en tu garganta y tragando el veneno que te descompone.
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